La otra vez fui al Museo Nacional de Antropología a ver la exposición Persia: Fragmentos del paraíso y me encontré con esta belleza:
Llegó el amor y penetró en mis venas,
navegó por mi sangre, acampó en mi piel.
Me vació por completo y me llenó con el amante;
todas las partes de mi cuerpo se impregnaron de él;
lo único que quedó de mí es el nombre, el resto es él.
RUMI S. XIII
¿Qué más se puede decir?
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